¡Tenemos mucho para decir!
Los chicos y las chicas de sexto y séptimo grado de la escuela 21 DE 10, tenemos mucho para decir, para escribir, para contar. Esperamos que disfruten tanto como nosotros y nos acompañen cibernéticamente en este recorrido.
lunes, 7 de mayo de 2012
CUENTO DEL PARÁSITO
AUTORES: ZAIDA, NICOLÁS Y SALOMÉ (7ºGRADO)
Érase una vez una pareja que vivía en Brasil cerca de la selva amazónica,
en la ciudad de Manaus. Esa zona era la más peligrosa de Brasil estaba lleno de
serpientes, tigres, leones etc. Él se llamaba Ignacio y ella se llamaba Daira.
Ella era muy golosa le gustaba comer de todo, frutas, verduras y sobre todo golosinas. Un día
caminando por la selva se le ocurrió comer una banana que estaba tirada en el
piso enchastrada con caca, no le importó que estuviese sucia porque ya no más aguantaba el hambre, no había comido nada
durante horas. Intento lavarla en un charco, pero estaba lleno de contaminantes
desconocidos.
Ella llegó a su casa descompuesta, se tiró en la cama y se quedó dormida,
hasta que su marido volvió y se preocupó
porque la vio muy pálida, la llevó al hospital más cercano que quedaba a muchas
horas de viaje. Cuando llegaron la revisó un médico y le dijo que no había
detectado ninguna enfermedad, pero que
por las dudas se quedara internada. Ella no quiso quedarse, el marido insistió
en que se quedara pero ella no quiso, el médico le dijo que cualquier cosa lo
llamaran que él iba de inmediato.
Cada día ella iba empeorando e iba adelgazando más, su esposo no sabía qué
hacer y llamó nuevamente al doctor, el
especialista le dijo que se estaba volviendo anémica por la falta de alimento que trate de comer más, Ignacio le dijo que
ella comía igual que antes pero sin embargo adelgazaba sin razón.
Cada día se volvía más flaca y eso al médico le preocupaba, entonces decidió
internarla en el hospital, cuando llegaron la instalaron en un cuarto
aislado de todos los demás pacientes.
Decidieron trasladarla a Rio de Janeiro ya que el especialista vivía ahí,
cuando llegó el helicóptero, la mujer quedò con los ojos cerrados.
Llegaron al hospital Central de Rio de Janeiro, Pero ella no volvió a
despertar.
Cuando la revisaron tenía la lombriz
solitaria en su organismo, los médicos desesperados intentaron hacerle una
operación pero nada se pudo hacer, muy tristes le informaron a Ignacio que Daira había muerto.
Érase una vez una pareja que vivía en Brasil cerca de la selva amazónica,
en la ciudad de Manaus. Esa zona era la más peligrosa de Brasil estaba lleno de
serpientes, tigres, leones etc. Él se llamaba Ignacio y ella se llamaba Daira.
Ella era muy golosa le gustaba comer de todo, frutas, verduras y sobre todo golosinas. Un día
caminando por la selva se le ocurrió comer una banana que estaba tirada en el
piso enchastrada con caca, no le importó que estuviese sucia porque ya no más aguantaba el hambre, no había comido nada
durante horas. Intento lavarla en un charco, pero estaba lleno de contaminantes
desconocidos.
Ella llegó a su casa descompuesta, se tiró en la cama y se quedó dormida,
hasta que su marido volvió y se preocupó
porque la vio muy pálida, la llevó al hospital más cercano que quedaba a muchas
horas de viaje. Cuando llegaron la revisó un médico y le dijo que no había
detectado ninguna enfermedad, pero que
por las dudas se quedara internada. Ella no quiso quedarse, el marido insistió
en que se quedara pero ella no quiso, el médico le dijo que cualquier cosa lo
llamaran que él iba de inmediato.
Cada día ella iba empeorando e iba adelgazando más, su esposo no sabía qué
hacer y llamó nuevamente al doctor, el
especialista le dijo que se estaba volviendo anémica por la falta de alimento que trate de comer más, Ignacio le dijo que
ella comía igual que antes pero sin embargo adelgazaba sin razón.
Cada día se volvía más flaca y eso al médico le preocupaba, entonces decidió
internarla en el hospital, cuando llegaron la instalaron en un cuarto
aislado de todos los demás pacientes.
Decidieron trasladarla a Rio de Janeiro ya que el especialista vivía ahí,
cuando llegó el helicóptero, la mujer quedò con los ojos cerrados.
Llegaron al hospital Central de Rio de Janeiro, Pero ella no volvió a
despertar.
Cuando la revisaron tenía la lombriz
solitaria en su organismo, los médicos desesperados intentaron hacerle una
operación pero nada se pudo hacer, muy tristes le informaron a Ignacio que Daira había muerto.
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